Por estos días mi pc esta en la unidad de cuidados intermedios y amenaza con abandonarme.
Fueron días tristes en los que tuve que decidir que partes de mi vida borraba para poder continuar, EL RESPALDAR, EL BORRAR… decisiones un tanto bruscas si considero que mucha de mi vida estaba ahí, fotografías del ultimo año, la música que me ha acompañado en todo este tiempo, los videos de mi sobrina… mis sucedáneos de la tele, En fin “escritos” que me he dedicado a desenterrar, las paginas que visito con mayor frecuencia, trabajos de la universidad.
De pronto todo eso bailaba frente a mis ojos, y tuve que decidir con que me quedaba y que mandaba a la papelera de forma definitiva…
…y contemple la otra parte las posesiones, la avaricia, el retener mas allá de lo sano (la decisión se hizo necesaria) y sufrí por mi computador, también por mi, sentía pena de desprenderme, de cosas sin mucha importancia… y comencé a envidiar a las personas que pueden desprenderse con mayor facilidad, y me pregunte ¿si retener no es también negativo? Es decir, si arrastrar con todo, todo el tiempo no resulta poco sano, y al pensar esto se me vino la imagen de la película “THE MISSION” donde un mercenario recorre un camino abrupto de laderas verticales cargando con su armadura. Cuando llego a la parte plana y menos difícil, alguien corto su carga, bueno en fin, no necesitaba su armadura ni su espada y solo le dificultaron el camino. ¿Cuántas veces las posesiones no son eso? Obstáculos que nos permiten avanzar, y ante eso, donde esta el equilibrio entre el poseer y el desprenderse, donde la virtud se vuelve defecto o viceversa.
Y no pude dejar de pensar que tal vez en el dolor de las decepciones pasadas, cometí la impertinencia de juzgar a otros y su forma de relacionarse con las cosas.
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